Siempre regreso feliz de mis viajes, porque vuelvo; y triste, porque regreso. Después los guardo en este escondite; para que no se pierdan, para que nunca terminen.

martes, 24 de julio de 2012

Viento Sur en el Arzak





Cuando un amigo te propone acudir al restaurante regentado por los Arzak en San Sebastián, para degustar platos y vinos, hacer unas fotos y escribir unas líneas uno piensa: éste tío sabe organizar un plan.
Cuando uno decide ir hasta la Bella Easo trazando curvas por el litoral, hermoso litoral, guipuzcoano uno piensa: éste lugar es un privilegio.




















Cuando a uno le invitan a saborear las mejores ostras de los mejores rincones de la costa francesa en el “Kata.4” donostiarra, bañadas con extraordinarios caldos, uno piensa: es mi día de suerte.



Cuando uno aparca su moto en la puerta del Arzak, uno sonríe y piensa: ¡porque yo lo valgo!




Cuando uno es recibido, junto a sus amigos, por la mejor cocinera del mundo uno no piensa, pero besa y se retrata.





Cuando José Manuel Hernández y Mariano Rodríguez, los afamados sumilleres de Arzak, improvisan una visita guiada por los entresijos de la antigua taberna, llegando a las bodegas que  esconden más de diez mil botellas (yo no las conté, pero había muchas) de cualquier lugar del planeta; pasando por el laboratorio (qué ideas habrán nacido entre esas cuatro paredes); curioseando al “Banco de Sabores”, que contiene más de mil productos e ingredientes con los que investigar y seguir creando; adentrándonos en la cocina, mientras trabajaban más de treinta cocineros... cuanto todo esto pasa, te decía, uno piensa: que no me pellizquen, por si acaso.






















Cuando uno se sienta a la mesa y comparte con sus amigos el pequeño milagro que nace de los fogones del restaurante Arzak, a base de cariño, de mucho cariño, uno sonríe y piensa: ¡qué bien estamos!























Cuando uno se despide de tan simpático lugar y da un paseo por la Concha, con ese equilibrio existencial que únicamente se produce cuando se contemplan las estrellas del firmamento mientras se escucha las olas del mar, uno piensa: Tal vez, solo tal vez, una jornada tan maravillosa sólo exista en los sueños... tal vez...










12 comentarios:

  1. Cuando leo tus lineas, uno piensa:
    magistral.

    Yoanyo25

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  2. .... y yo pienso..."Que suerte tienes ladrón"...

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  3. Como siempre... elegante, muy elegante!

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  4. Cuando,cuando,cuando...¿Cuando hacemos la próxima?

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  5. No más tienes que volver a proponerla, my friend
    ;-)

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  6. Mc solo falta un placer que no retratas en tu crónica. Violines, mar, estrellas, vino, papeo, que falta....

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  7. Cada uno es maestro en lo suyo...

    Todo un honor para esos lugares verse reflejados de forma tan magistral en este blog.

    Un abrazo, Mc.

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  8. Leerte engancha y si es de Donosti más. Muy bonito.

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  9. Esta reunión tiene truco.... Arzak no ha dudado en dar de comer a la estrella que no le puede faltar...

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  10. Muy bueno. Lode la ferreteria es el postre??? Vsssssssssssssss

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