Por este mundo de viajes y sueños, de viajeros
y soñadores, hay un personaje que sobresale entre todos por lo pequeña que la
tiene y lo poco que le importa.
Desoyendo las indiscutibles leyes de la
lógica, del sentido común y de la comodidad, el tío arranca su motocicleta de
125 cc y se planta en cualquier lugar que puedas imaginar. Y pasito a pasito, como si fuera escalando montañas, va alcanzando sueños. ¿Que a ti te gustaría ir a Senegal? Él ya ha estado. ¿Qué te
gustaría circular por Siria? Él ya ha ido. Por Túnez, por Austria, por Normandía….
Ha ido, ha ido y ha ido.
Hace unos días, Fernando Retor estrenaba montura
pero no cilindrada. De nombre Galita, luce orgullosa por tierras vallisoletanas
su esbelta silueta.
Me encontraba concentrado en la contemplación
del vuelo de las mariposas cuando recibí una llamada: - ¡Quiero que seas el
padrino de Galita!
Entonces, vinieron a mi mente, miles de
kilómetros soportando lluvia y calor, noches oscuras y oscuras aventuras… y
travesuras… Rutas del miedo, de los desiertos, de la guerra civil, de las mil
bodegas… estuve a punto de exclamar - ¡dónde vas con esa moto! – pero sonreí y
callé. Después de todo tampoco soy el más indicado para decirle que por ahí no
era.
Así que, suerte Galita, estoy seguro de que, a pesar de los pesares, es un privilegio acompañar en su peregrinaje a un escalador de
sueños.
Y eso, pequeña, te hace grande.
.
ResponderEliminarCon tan poco se piden conquistar grandes retos, cumplir grandes sueños...
... gracias Mc Bauman, y mucha suerte a RETOR!
- LULO -
Gracias a ti, como siempre, Lulo
EliminarEn tu línea. Gran escrito!!!
ResponderEliminarPor cierto a ver si dedicas una a los moteros calvos, que somos unos cuantos. Si eso le echas las culpas a los cascos de nuestra alopecia. Vsssssssssssssss
P.D.- Es que al salir el otro Fernando me lo has puesto a huevo!!!!!!!!!!
Vssssssssssss