Siempre regreso feliz de mis viajes, porque vuelvo; y triste, porque regreso. Después los guardo en este escondite; para que no se pierdan, para que nunca terminen.

sábado, 3 de junio de 2017

La playa de las mariposas

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Miyahima es una isla sagrada, habitada por hombres y dioses.
Allí, los hombres, tienen prohibido nacer y morir. 

Pero de visitas, no se conocen prohibiciones. Así que fui.
En el momento de coger el ferry ya se ve a lo lejos el enorme torii (Otorii en esta ocasión) que tiene su base en el mar. Curioso, ciertamente. Una de las imágenes más populares de Japón.
Cientos de personas se apelotonan para poder hacerse una fotografía, rodeados de los innumerables ciervos (mensajeros de los dioses) que se pasean tranquilamente por la isla. Están tan acostumbrados a los hombres como los hombres a ellos después de ver y acariciar los primeros veinte.
En esa parte de la isla, me parece a mí, los dioses habitan ya bastante poco.


Así que, todo muy idílico, pero me fui de allí a disfrutar del resto del islote.
Las carreteras, cuando las hay, son muy estrechas y van bordeando la costa o surcando bosques tropicales. A veces, casi, las dos cosas.




Primero me encontré alguna calita. Luego más. Después una preciosa playa, con un pequeño torii en medio custodiando un mini santuario sintoísta. Como en las anteriores, no se veía alma humana. El calor apretaba así que aparqué la moto y me pegué un buen chapuzón en las aguas del Pacífico.
Mientras me secaba al sol se me acercó una mariposa del tamaño de la palma de mi mano. Después otra y otra. Nunca había visto cosa parecida.
Intenté hacerles una fotografía, pero no se dejaban. Lo seguí intentando, sin meridiano éxito, hasta que me acordé de los turistas fotografiándose a discreción con el otorii, sin apreciar, sin disfrutar, sin empaparse de la belleza del lugar.

Desistí del retrato y las mariposas volvieron a revolotear cerca de mí.
Ya me lo habían dicho: Miyahima es una isla sagrada.






4 comentarios:

  1. Mola que Japón haya despertado la pluma

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  2. Hay momentos para compartir y momentos solo para tu retina y tu alma, aprendemos de los segundos y emocionamos los recuerdos con ambos. Disfruta aún más!

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  3. ..toda una experiencia vital.A seguir disfrutando!

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