Siempre regreso feliz de mis viajes, porque vuelvo; y triste, porque regreso. Después los guardo en este escondite; para que no se pierdan, para que nunca terminen.

lunes, 7 de junio de 2010

De nuevo Sultán

No sé cómo me perdí pero no había duda de que me había perdido.

El laberinto de callejuelas no tenía lógica alguna. La moto pasaba a duras penas entre los mercaderes que acababan de cerrar sus negocios e iban apareciendo y desapareciendo entre nuevas y estrechas callejuelas que yo no comprendía cómo surgían de la nada…

Por primera vez en el viaje sentí frío.

Y oscuridad, sentí oscuridad. Casi miedo.

De algún lugar apareció una cara sonriente.

-¿todo bien, amigo?- me preguntó

Decidí quitarme el casco para tranquilizarme y contestar que no.

-¿pero tú no eres de aquí? con esa cara pensaba que sí, con esa matrícula no. ¿dónde está tu sultana?

-en España, contesté.

-ah, está “de rodríguez”… pero si tienes sultana… entonces tú eres sultán… es como si fueras turco, como yo… ya te lo decía, ¡con esa cara!. Pasa y tómate un té amigo sultán.

Y aquella tarde de mayo, fría, en aquellas callejuelas sin sentido que rodean el “Gran Bazar” de Estambul comprendí que aquel mote que últimamente ya no me hacía tanta gracia, tal vez, no fuera tan mala cosa…



1 comentario:

  1. Pero que pedazo de sultan eres!!!
    Veo que tu fama llega más lejos que tu imaginación, para que así tengas simpre un lugar al que viajar, allí donde tu fama llegó y tu no estuviste, je

    Buen viaje!

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