Siempre regreso feliz de mis viajes, porque vuelvo; y triste, porque regreso. Después los guardo en este escondite; para que no se pierdan, para que nunca terminen.

sábado, 8 de agosto de 2009

Maneras de Vivir



“A menudo me recuerdas a alguien”… comienzo parafraseando una de las canciones del mítico Miguel Ríos que el pasado miércoles se despidió de Ibiza; demasiados cumpleaños que no pasan en balde, ni siquiera para un viejo rockero como él. Me recordó a Óscar Barrios, motero de Formentera que sale hoy hacia la Península con la intención de recorrerla, por la costa, en cuatro días. Una locura de viaje lo mires como lo mires. Más de mil kilómetros por jornada, con poco tiempo para visitar los preciosos sitios por los que se pasa; un viaje caro del que se saca muy poco provecho; un viaje cansado, arriesgado… un viaje que no deja indiferente a nadie.
Este viaje me recuerda al que realicé en mayo del pasado año con idéntico objetivo. Comencé la ruta el día en el que mi madre cumplía años y me fui a celebrarlo con ella. Óscar terminará el día en el que los cumple la suya y vendrá a celebrarlo con ella. Y parte hoy, día en el que los cumple mi hermanita. No sabía si celebrarlo, dado que este último año se lo ha robado un conductor poco respetuoso con las vidas de los demás, pero finalmente hemos decidido que sí hay que hacerlo. No hubiéramos podido si no se hubiera levantado de aquella fría cuneta pero, poco a poco, se va levantando, cada día un poquito más.
A estas horas la moto de Óscar ya está preparada con mimo para el reto, de mano de la gente de CICLOSPORT, como hace un año lo hicieron con la mía. Y toda la indumentaria estará dispuesta con detalle. Y las carreteras y autopistas que bordean nuestra piel de toro estarán memorizadas, con toda seguridad, con sus curvas y colores. Y los consejos (todo el mundo tiene un consejo que dar en esos momentos) y las recomendaciones y el ánimo y aliento de su gente… pero finalmente será él, solito, quien se enfrente a la carretera, al cansancio, a los 4400 kilómetros, al calor, a la rutina… ha sido él quien ha elegido una manera de recorrer millas, una manera de vivir… y corre el peligro de que cuando vuelva su vida ya no sea la misma, a partir de entonces en su diccionario las palabras “viaje largo” ya no tendrán mucho significado, y los días sin moto le parecerán una locura, y siempre querrá volver a Cadaqués, Tarifa o Finisterre… será un viaje que no deje indiferente a nadie, ni mejor ni peor que los demás, distinto, como las maneras de vivir.
A menudo, Óscar, me recuerdas a mí.


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